Pequeña historia de Vallat
A continuación, la transcripción de una trabajo escolar que describe brevemente la historia de Vallat:
Pueblo de la provincia de Castellón, de origen musulmán y situado en la margen izquierda del río de Villahermosa y en el punto de su unión al Mijares Vallart -en el XV-. El origen de este nombre nos es desconocido, pero fijándonos un poco en su situación sobre una ladera muy pina y rodeado por los cauces de ambos ríos, tal vez pudiéramos interpretarlo como: “pueblo defendido por fosos” – naturales, en este caso, ya que vall, en el valenciano de la Edad Media, quiere decir foso.
Su magnífica situación estratégica hace suponer que desde antiguo debió haber allí algún poblado o fortificación que dominara el acceso a os valles superiores del Mijares y del Villahermosa. Sin embargo, no se encuentran tales restos de construcciones en la cercanías, aunque bien pudiera ser que se hallaran cubiertos por el poblado actual.
Debía existir ya hacia el 1240, cuando, ya conquistada Valencia, el rey D. Jaime envió tropas para sujetar la cuenca del Mijares. En el “Repartiment” no encontramos su nombre, pero creemos que ya existía y que su posesión debió ser disputada por Bernardo de Vilarig, señor de Cirat, y el señor a quien fuese asignada Argelita.
Tal vez tomara parte en la sublevación mudéjar dirigida por Alazdrach y fuese castigado después terriblemente, como lo fueron Villahermosa y otros de los alrededores. En el siglo XV no encontramos su nombre en ningún documento, pero tal vez perteneciese a los Zapata, señores de Argelita.
Ante la posición levantisca de los moriscos, se hizo en tiempo de Carlos I una especie de balance de fuerzas de cristianos viejos y cristianos nuevos o moriscos del Reino. En dicha relación figura Vallat como perteneciente al duque de Villahermosa y con un censo de 35 casas de moriscos y ninguna de cristianos viejos, es decir, que su población en la primera mitad del siglo XVI era completamente morisca y que podía cifrarse en unos 150 habitantes.
Con motivo de la sublevación de los moriscos de Sierra Espadán suponemos que también debieron levantarse los de Vallat y que fueros luego castigados. Posteriormente, en 1609, se decretó su expulsión y el lugar quedó totalmente despoblado. La repoblación debió ser bastante tardía por las escasas posibilidades económicas de la comarca.
Los medios de vida de esta població morisca debían ser la agricultura, la explotación de un molino de harinas y de una fábrica de papel de estraza -aprovechando para ambos las aguas de los ríos-; de su existencia durante el siglo XVIII aún habla Madoz en su “Diccionario Geográfico”.
De la historia posterior sólo podemos afirmar que siguió perteneciendo al duque de Villahermosa, por lo menos hasta finales del siglo XVIII, pero no podemos entrar en detalles por haber sido quemados los archivos municipal y parroquial durante la pasada guerra civil.
Nuria Martínez Castillo